lunes, 7 de septiembre de 2015

Heartbroken

Que la persona a quien amas demasiado te diga de un momento a otro que ya no te ama, que ya no siente lo mismo por ti  y sobre todo que te lo diga un día después de que salieron juntos, te descuadra, te loquea y sobre todo sientes caer el peso más horrible en tus hombros. Eso  me pasó… luego de 4 años de relación, me tocó.

Tengo que ser honesta y decir, soy muy especial, soy única en mi especie, soy rara. En realidad todas las chicas somos así (creo). Para ese entonces,  aquella persona por quien moría era mi todo, mi vida giraba en torno a esa persona y dependía de él. Era la persona más buena del mundo, muy honesto, muy sincero, preocupado, tenía muchos valores y en serio, valía mucho la pena.

Con el tiempo las cosas iban pendiendo de una liga, mi comportamiento no era el muy adecuado, hacía muchos berrinches, era muy engreída y quería que esta persona haga lo que yo quería, y así fue. Hasta que él tomó la decisión de ponerle un fin a la relación y pese a que no quería, acepté y lo eliminé de las redes (Nunca le hice algún escándalo).

Para ese entonces laboraba en una entidad muy conocida y viajaba semanalmente a provincias. Quería que me manden lejos, si era posible a la luna para olvidar y no pensar en aquella persona.  Trabajábamos en distintos lugares, pero muy cerca, y a veces me lo encontraba en la estación de buses… éramos completamente desconocidos. Esa es mi idea… si termino con alguien, no lo conozco, si alguna vez lo vi, no me acuerdo. 

Pensaba que los viajes eran forma de olvidarme, pero estaba equivocada, muy por el contrario me ponía peor, lloraba mares en cualquier lugar, hasta en las iglesias (soy creyente como ya lo mencioné, pero no me gustan las iglesias ni misas) sentía mucho consuelo hablándole a Dios. Hasta que un día (no lo olvidaré) comprando artesanías, rompí en llanto y le conté a la vendedora – a groso modo-  qué había pasado. Ella me dio unos tips para que el regrese, se trataba de unas oraciones con velitas. daba la casualidad que cuando encendía la radio, todas las canciones habidas y por haber me lo recordaban, y una vez más rompía en llanto.

Todas las personas que sabían de lo mal que estaba me consolaban, que hablaban de muchas maneras que lo olvide, que debía ser consciente de mis actos, etc, etc. Me deprimí a tal punto que perdí el apetito, tenía 70k, y en casi un mes, bajé 10k… (Mis amigas preguntaban qué hacía, qué batidos tomaba, qué ejercicios hacía, a qué gimnasio iba, pero no, ninguna de las anteriores, era tanta la depresión que no comía nada.

Debo confesar que lo stalkeaba a cada momento, quería saber si salía con alguien, si coqueteaba uyyyy!! Uds. se imaginarán, una mujer enamorada y celosa investiga mejor que el FBI. Nunca ví ni encontré nada comprometedor.

Después de un mes y 12 días, vino a mi casa y me buscó, era un día antes a mi cumpleaños, vino con un regalo… mi hermana lo recibió, al final, no aguanté más y salí a verlo. Le increpé qué buscaba, para qué había venido, le grité a lo que él me dijo que solo había vendido a dejar el presente. Al  final, terminamos conversando  y sí… retomamos la relación. Sentí que mi alma había regresado a mi cuerpo… aquel día comí todo lo que no había comido en ese periodo de “soledad”. En aquel instante agradecía a Dios y a la señora por aquel tip de las velitas.

Su familia se alegró muchísimo y nosotros también… ambos nos hicimos la promesa de no volver a pasar por eso y estábamos seguros de querer compartir nuestras vidas. Pensamos en un futuro juntos.

Si ahora estas pasando por eso, sé cómo te sientes, decaída, lloras y mucho, no quieres hacer nada, no tienes ganas de nada, solo tienes el consuelo de las personas que te quieren, pero eso no es suficiente pues solo quieres que ésa persona regrese a ti, quieres saber que aun te ama y que hay alguna mínima esperanza en que te busque y retomen su relación. No se cuán creyente de Dios eres, pero en ese entonces, oraba muchísimo, le pedía que el amor que me tenía no se muera y que en algún momento me busque. Lo único que te puedo decir es que ores mucho, encomiéndate mucho a Dios, sal, distráete, no lo pienses, no stalkees y piensa con cabeza fría.